La mastopexia es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo elevar y remodelar los senos caídos o flácidos. Durante la cirugía, se elimina el exceso de piel, se tensan los tejidos y se reposiciona el pezón para lograr un aspecto más firme, juvenil y natural.

as personas ideales para la mastopexia son aquellas que tienen los senos caídos, ya sea debido al envejecimiento, fluctuaciones de peso, embarazo o lactancia. También puede ser adecuada para quienes desean recuperar una apariencia más firme y levantada en sus senos. La mastopexia no es adecuada para mujeres que planean quedar embarazadas en un futuro cercano, ya que el embarazo puede afectar los resultados.

La mamoplastia de aumento se enfoca en aumentar el tamaño de los senos utilizando implantes, mientras que la mastopexia se centra en elevar y remodelar los senos caídos, mejorando la firmeza. En algunos casos, ambas cirugías pueden combinarse si la paciente también desea aumentar el volumen de sus senos mientras mejora su posición y forma.

Sí, en muchos casos, se puede realizar una mastopexia combinada con una mamoplastia de aumento. Esta es una opción popular para quienes desean no solo levantar y remodelar los senos, sino también aumentar su volumen. La combinación de ambos procedimientos permite lograr resultados más armónicos y proporcionados.

La cirugía de mastopexia se realiza bajo anestesia general y suele durar entre 2 y 3 horas, dependiendo de la técnica utilizada. Se realizan incisiones alrededor del pezón y, en algunos casos, hasta el pliegue bajo el seno, lo que permite elevar los senos y reposicionar el pezón en su lugar natural. La cantidad de incisiones y su ubicación depende de la cantidad de elevación y corrección necesaria.

La cirugía de mastopexia no es dolorosa durante el procedimiento, ya que se realiza bajo anestesia general. Después de la cirugía, es posible que sientas incomodidad o dolor leve en los primeros días, pero esto se controla eficazmente con analgésicos prescritos por el cirujano. La mayoría de las pacientes experimentan molestias mínimas que disminuyen considerablemente con el paso de los días.

La mayoría de las pacientes pueden retomar actividades ligeras después de una semana, aunque se recomienda evitar actividades intensas y ejercicio físico durante un período de 4 a 6 semanas. Durante los primeros días, es posible que sientas hinchazón o moretones, pero estos desaparecerán gradualmente. Los resultados finales se aprecian después de 2 a 3 meses.

Sí, debido a las incisiones necesarias para realizar el lifting de pecho, es inevitable que queden algunas cicatrices. Sin embargo, el cirujano plástico se asegura de que las incisiones se realicen en lugares discretos, como alrededor del pezón o en el pliegue bajo el seno, para que sean lo menos visibles posible. Con el tiempo, las cicatrices tienden a atenuarse y se vuelven menos perceptibles.

Aunque los resultados de la mastopexia son duraderos, el envejecimiento natural, los cambios hormonales, los embarazos futuros y las fluctuaciones de peso pueden afectar la forma y la firmeza de los senos con el tiempo. Sin embargo, el lifting de pecho ofrece una mejora significativa y duradera en la posición y apariencia de los senos.

Sí, muchas mujeres pueden amamantar después de una mastopexia. Sin embargo, esto depende de la técnica utilizada y de si se ha realizado alguna alteración en los conductos galactóforos. Es importante discutir tus planes de lactancia con tu cirujano antes de la cirugía.

Como cualquier cirugía, la mastopexia conlleva ciertos riesgos, aunque son mínimos. Estos incluyen infecciones, sangrado, alteraciones en la sensibilidad del pezón, cicatrices visibles y problemas relacionados con la cicatrización. Sin embargo, estos riesgos se reducen considerablemente cuando la cirugía es realizada por un cirujano plástico experimentado.